Isla de San Miguel en Azores, Portugal

Llevaba tiempo queriendo conocer la isla de San Miguel, en el archipielago portuges de las Azores, y he quedado deslumbrada por su rica belleza natural. Las Islas Azores son un jardín flotante en medio del océano, un paraiso muy cerca de España.
 

El conjunto de las islas es de origen volcánico, y la isla de San Miguel alberga la capital de las mismas: Ponta Delgada. San Miguel es una isla esculpida por volcanes, un lugar montañoso, poseedor de numerosos y hermosos lagos y una exhuberante vegetación. Sus costas, bañadas por el Océano Atlántico son abruptas y salvajes. 
Los habitantes de la isla simpaticos y entrañables, se dedican principalmente a la ganaderia lechera, a la agricultura y a la pesca.
 
La mejor forma de llegar a San Miguel es en avión desde Lisboa. Nosotros tomamos un vuelo Madrid Lisboa, y desde allí volamos a San Miguel. Habíamos compramos un paquete que incluía vuelo, alojamiento durante 3 noches y coche de alquiler a un buen precio, gracias a la ayuda de nuestro amigo Joao, guía portugues. Recorrer la isla en coche es imprescindible para poder sacar el máximo partido a la escapada. A continuación muestro el mapa con los puntos señalados que he visitado. 
 
La primera parada la realizamos en el Valle das Furnas
dentro de una caldera, con multitud de oquedades donde se pueden ver lodos y aguas en plena ebullición.
El valle es atravesado por dos caudalosas riberas, una de agua fría y otra de agua caliente. Es uno de los mas ricos de Europa, por la calidad de sus aguas termales en forma de arroyos, y los lodos de las calderas de azufre, que tienen poderes medicinales.

Dentro del pueblo de Furnas encontramos las Calderas das Furnas, un area con diversas manifestaciones volcánicas, donde brota el agua hirviendo y el barro medicinal, cuya temperatura puede rozar los 80º.

Es tipico de la zona de Furnas cocinar dentro de la tierra caliente. Los isleños, a primera hora de la mañana acuden a los cráteres, destapan los agujeros de alrededor y colocan en su interior grandes ollas con carnes y verduras variadas, bien cubiertas con trapos. Tapan el agujero con tierra y seis horas despues ya está listo el plato tipico de la región: "el cocido".


La mitad este de la isla, esta dominada por amplias extensiones de campos de té unicas en toda Europa.


Aqui encontramos tambien la única fabrica de recolección y tratamiento de té. Es la factoría de té Gorreana, que sigue en funcionamiento y se puede visitar. Ofrecen probar los diferentes tés que producen y ver la maquinaria antigua.


Hacia el nordeste de la isla encontramos numerosos miradores con unas excelentes vistas de la abrupta costa Atlántica. Entre la niebla podemos apreciar el Miradouro Ponta do Sossego, que como su nombre indica desprende una paz y un sosiego indescriptibles.

Muy cerca llegamos al Miradouro Ponta da Madrugada que ofrece unos amaneceres deslumbrantes.

El segundo día tomamos rumbo hacia Lagoa do Fogo, en el centro de la isla. Ocupa una superficie aproximada de 1.360 hectáreas, en la caldera de un volcán inactivo que se formó hace unos 15.000 años, formando el gran macizo volcánico de la Sierra de Água de Pau. Es un paraje encantador por su belleza natural y tamaño espectacular, llegando a los 30 metros de profundidad. El volcán es el más importante de la isla y su ultima erupción se remonta al siglo XVII. El espacio es Reserva Natural por su gran valor paisajístico. Impresiona, sobre todo, la soledad y el silencio que envuelven el lugar, así como el sonido de las aves que habitan en él.
   
En las faldas del volcán de Lagoa do Fogo, encontramos la Caldeira Velha que posee una ribera de aguas termales con un pequeño lago que invita a disfrutar de un baño reparador a 38º, y donde también aparece una caldera humeante debajo de un exuberante bosque poblado de helechos arbóreos gigantes.
Además de una de las más antiguas fuentes termales de la isla, la caldera contiene una cascada de agua natural calentada por la misma energía geotérmica que proporciona electricidad a gran parte de la isla.
 
 
 
 
 
 
 
 
En dirección sur llegamos a la localidad de Vila Franca do Campo, característica por su animado paseo marítimo, y su puerto pesquero ubicado una antigua fortaleza. El islote de Vila Franca, frente a la villa, es uno de los mayores atractivos de la costa del lugar. Forma una piscina natural, perfectamente circular. Es considerada Reserva Natural y durante los meses de junio a septiembre, se realizan excursiones en barco.
 
 

La capital de la isla, y del archipiélago de las Azores esta en Ponta Delgada, al suroeste de la isla. Es la principal población, y también la mayor de las Azores, aunque se puede visitar andando. Es una ciudad señorial, con casas nobles convertidas en restaurantes o locales acogedores, conventos, parques y jardines junto al paseo marítimo, calles empedradas y modernas avenidas con lujosos hoteles. Destacan Las Portas da Cidade, puertas originales que dan acceso a la ciudad, situadas frente al puerto marítimo.

 

Al estar situadas en mitad del Atlántico, las Azores se encuentran también en la ruta migratoria de numerosos cetáceos, tanto ballenas como delfines, aunque especialmente cachalotes.
Existen bastantes empresas que realizan excursiones diarias desde Ponta Delgada.
La duración media de la excursión es de 3 horas, en embarcaciones fueraborda con las que se recorre la costa al encuentro de los grandes cetáceos, siguiendo siempre las indicaciones de los vigías situados en puntos estratégicos de la isla y que suelen ser antiguos balleneros; no olvidemos que antiguamente se practicaba la pesca de la ballena hasta que fué abolida. La temporada de avistamiento de ballenas comprende entre mayo y octubre.

 

Como durante mi visita a la isla no era temporada de avistamiento, me tuve que conformar con una simulación...en otra ocasión será!

 Los atardeceres en Ponta Delgada son preciosos.

El tercer día nos dirigimos al norte hasta la localidad bañada por el mar de Ribiera Grande. Conserva un casco antiguo muy valioso y protegido, con calles con soportales y casas de piedra volcánica que le confieren una austera policromía. 

 

Siguiendo por la carretera que bordea la costa, en el lado occidental de la isla llegamos a Sete Cidades. El verde esmeralda y el azul de los lagos que se encuentran en el lugar nos recuerdan incontables leyendas de siete obispos y siete ciudades consumidas por el fuego de siete volcanes. Las altas y empinadas paredes del cráter se levantan hasta los 300 metros de altura y están recubiertas de vegetación exuberante creando un fascinante contraste con las aguas tranquilas y de suaves colores de los lagos.

El primer lago que encontramos en la subida es el de Lago Santiago, situado en la Serra Devassa. Una maravilla indescriptible y mi paraje favorito, sin lugar a dudas.



Sete Cidades es un pueblo con dos lagos en el interior de un cráter volcánico. La caldera tiene una extensión de 12 km de perímetro, profundidad máxima de 33 metros y largura máxima de 4,2 kilómetros. Su forma actual se debe a la terrible erupción de 1445.

A 550 metros de altitud, nos encontramos con el Lago Verde y el Lago Azul, ambos formados en las antiguas bocas de un volcán y conectados  Son un escenario inolvidable y uno de los lugares más hermosos que he contemplado.
Cuenta la leyenda local que los lagos son fruto de las lágrimas derramadas por dos enamorados: una princesa de ojos azules y un pastor de ojos verdes que fueron obligados a renunciar a su amor.

La romántica leyenda de la princesa Antília: en el lugar donde hoy se encuentra el bonito pueblo de Siete Ciudades, hubo un reino donde vivía la joven y bella princesa Antília, de hermosos ojos azules. Un día, durante un paseo por los maravillosos prados de la región, la princesa se enamora de un pastor de ojos verdes que cuidaba su rebaño.Pasaron los días durante los cuales los dos amantes se encontraron en el mismo sitio a la sombra de un viejo árbol, cada vez más enamorados.
El rey, que quería que su hija se casara con el príncipe de un reino vecino, comprobando la pasión que crecía, prohibió el amor de la princesa y el pastor. Antília desesperada pidió un último encuentro con su amor, que ocurrió en el lugar habitual. Mientras hablaban de su triste destino, los dos lloraron en tal cantidad que, de los ojos azules de la princesa se formó el lago azul y, de los ojos verdes del pastor se formó el lago verde.Según la leyenda, aunque los amantes se separaron, sus sentidas lágrimas quedaron para siempre lado a lado en la laguna. 

De regreso, al anochecer pasamos por el pintoresco pueblo de pescadores de Rabo de Peixe.
Tengo que hacer una mención especial al emblemático hotel donde me alojé, en el pueblo de Furnas: hotel Terra Nostra Garden. Posee un fascinante jardín botánico que se puede visitar, iniciado en el siglo XVIII por Thomas Hickling y proseguido en el siglo XIX por la familia Praia e Monforte, así como un gran lago piscina de agua termal donde puedes tomar un relajante baño, a una temperatura muy agradable durante todo el año.

Disfrutamos juntos de una velada nocturna a la luz de las vela. 



 
Y al amanecer, no quise perderme la experiencia tomar otro baño entre la niebla, en pleno mes de enero.

El jardín botánico del hotel es maravilloso. De diseño ingles, un grupo de 8 jardineros se encargan de mantenerlo en perfectas condiciones.

Es incalculable la variedad de camelias que pueblan el jardín. A cada paso puedes ver diferentes especies de multiples colores. Siendo invierno estaban preciosas, no me puedo imaginar cómo será cuando florecen en primavera?...sin duda un verdadero espectáculo.

Una vez mas, mi viaje ha sido otra experiencia maravillosa gracias a la compañia de mis amigos: Filipe, Iñaki, Joao y Mané. Gracias chicos, porque siempre descubrimos nuevos horizontes...y los que nos quedan!!!

Adoro la naturaleza, y las Azores son un paraiso de un valor incalculable e indescriptible que nunca acabas de descubrir. Pienso visitar de nuevo la isla en primavera, donde seguro que la inmensa variedad de flores cubrirá todo de un manto multicolor que no me quiero perder.
Ademas deseo explorar el resto del archipielago, que seguro esconde la misma belleza que he podido admirar en este viaje.



Carmen Jane Style
www.carmenjane.es 



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