Perú


Un año más hemos decidido recibir el año nuevo del 2024 en otro país. El destino elegido en esta ocasión ha sido Perú, un país fascinante, rico y con infinidad de contrastes. Optamos por realizar un circuito de 15 días entre Lima a Cuzco recorriendo todo el sur, con una agencia local que nos incluía hoteles, traslados y excursiones; Viajes Machu Picchu.


LIMA


Tras 11 horas y 20 de retraso, ya que nuestro vuelo fue cancelado, llegamos a la capital del país, Lima, y aunque nos recomendaron descansar, porque nos esperaba un recorrido duro, y debíamos de acostumbrarnos al mal de altura, decidimos explorar las zonas más emblemáticas de la ciudad.



Lima tradicionalmente denominada “La Ciudad de los Reyes”, fundada por el conquistador Francisco Pizarro, está ubicada en la costa del Pacífico, y es una metrópolis moderna, muy grande y algo insegura. 


Su centro histórico, patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1991, gira en torno a la Plaza de Armas, donde se mezcla la arquitectura colonial con ruinas de civilizaciones antiguas y edificios más modernos. En la Plaza de Armas o Plaza Mayor se encuentra la famosa pileta colonial del siglo XVII, así como impresionantes edificaciones coloniales como la Catedral de Lima, el Palacio del Arzobispado, el Palacio del Gobierno y la Casa del Oidor.


A lo largo del casco antiguo se encuentran numerosas casa coloniales con preciosos balcones de madera del periodo virreinal y estilo árabe.

La plaza de San Martín es una de las más importantes de la ciudad donde se encuentra la estatua del héroe de la independencia José de San Martín y el famoso teatro Colón, muy importante en el siglo pasado.



La Casa de la Literatura peruana, es una gran biblioteca ubicada en un imponente edificio de gran importancia arquitectónica, construido inicialmente como estación principal de Lima, terminal de pasajeros y oficinas del Ferrocarril Central.



Pero si hay un lugar mágico en la capital es la basílica y convento de San Francisco de Jesús. Este conjunto perteneció a la orden de los jesuitas y está conformado por tres iglesias: el santuario de Nuestra Señora de la Soledad, la iglesia el Milagro y el templo de San Francisco. Posee varias  salas y claustros, numerosas obras de arte barrocas de estilo limeño, y unas increíbles catacumbas usadas como cementerio hasta 1810. Se calcula que hasta esa fecha yacían los huesos de más de 25 mil personas, que aun se pueden ver.  Sus galerías oscuras y subterráneas son largas y se cree que conducen a pasajes ocultos del centro histórico de Lima. Desgraciadamente la fachada se encontraba en proceso de restauración, y en el interior esta prohibido realizar fotografías. 


Nos dirigimos al distrito de Miraflores, una zona turística y cosmopolita con hermosos parques, museos, centros comerciales, hoteles y un extenso malecón con espectaculares vistas de la costa verde y algunas playas muy famosas por la práctica del surf. 

Visita obligada es el Parque del Amor con unas increíbles vistas del océano, jardines floridos en forma de corazón y preciosos bancos realizados con mosaicos de cerámica colorida con mensajes poéticos. En el centro del parque se encuentra una gran escultura llamada “el beso” realizada por el artista Victor Delfín.


En Lima, nos alojamos en el hotel Arawi Miraflores, muy bien situado, confortable y con buen servicio. 


PARACAS


Al día siguiente partimos rumbo a Paracas a lo largo de la costa del Pacífico por la carretera Panamericana, durante 4 horas. Viajamos en autobús turístico, que en este país son comodísimos, económicos y muy prácticos, con servicio de sillón amplio, tipo cama y facturación de equipaje.


Paracas es una ciudad portuaria, en la provincia de Pisco del departamento de Ica. Llegamos al hotel San Agustín de Paracas, muy tranquilo y bien acondicionado con una amplia piscina y vistas al mar donde pudimos relajarnos unas horas.


A primera hora de la tarde visitamos la espectacular Reserva Nacional de Paracas conocida como el “paraíso rojo”. Se trata de una zona desértica de tierras rojizas rodeada de maravillosos acantilados, playas y dunas, así como, una flora y fauna muy diversa. 

El lugar mas emblemático de la reserva es la famosa Playa Roja. El color de la arena se debe a la presencia de un tipo de arcilla volcánica denominada granodita rosada. 



La reserva está protegida y no se permite el baño, salvo en un par de playas acondicionadas para ello. Nosotros lo hicimos el La Mina, una playa de aguas tranquilas color turquesa a los pies de un acantilado.




 

Después tomamos un delicioso aperitivo en la Caleta de Lagunillas.

El lugar tiene unas espectaculares vistas de la bahía y una gran playa de arena oscura plagada de gaviotas.


Una vez finalizada la excursión, que duró 3 horas y media, regresamos a Paracas, un pueblo tranquilo y muy pintoresco con numerosas  agencias turísticas, tiendas y restaurantes donde pudimos pasear, disfrutar de una preciosa puesta de sol y apreciar la comida local. 


Te recomiendo atravesar el malecón hasta el final y comer en los pequeños restaurantes locales bajo los toldos, ya que te sorprenderás. Nunca hemos comido un ceviche más rico…


A la mañana siguiente nos preparamos para tomar la lancha en dirección a las Islas Ballesta, conocidas como “las galápago peruanas”. No olvides llevar tu pasaporte, porque te lo pedirán antes de embarcar. La excursión tiene una duración de 2 horas y media, deberás ponerte chaleco salvavidas y no esta permitido bajarse de la lancha. 



Al comenzar el paseo, en la ladera del cerro se encuentra un enorme geoglifo de origen incierto que mide 180 metros y tiene unos 2500 años, conocido como “El Candelabro”. Durante siglos este símbolo ha servido como punto de referencia a los navegantes.


Las islas se encuentran a unos 30 minutos de la costa, y son unas formaciones rocosas hogar de cientos de especies de peces y aves que finalizan sus ciclos migratorios, tales como leones marinos, pingüinos Humboldt (en peligro de extinción), pelícanos y numerosas aves guaneras. 


La verdad es que ver a estos animales en su hábitat natural es una maravilla. 

Debido a la gran cantidad de aves que frecuentan las islas Ballestas, el guano (abono producido por la acumulación de excrementos de las aves) se convirtió a mediados del siglo XIX en una fuente de ingresos muy importante para Perú.



Llegamos a tierra firme, cogimos nuestras maletas y partimos en dirección a Ica, a una hora y media de distancia, para visitar el Oasis de Huachachina. 


OASIS DE HUACHACHINA


Huacachina es un pequeño pueblo ubicado en el desierto de Ica, y es un oasis natural que se formó gracias a una corriente de agua subterránea, que generó el crecimiento de plantas y árboles en medio del desierto.



En el centro del pueblo se encuentra la laguna de Huacachina, circundada por palmeras y con aguas de color verde esmeralda y rodeada de palmeras. Cuenta la leyenda que esta laguna nace de las lágrimas de una hermosa mujer de ojos verdes, que lloraba la muerte de su amado.


Su gran atractivo como paraíso natural es el cálido clima durante todo el año y el poder curativo atribuido a sus aguas (ricas en sustancias sulfurosas y salinas).


Se puede alquilar un bote para remar por la laguna, y su ribera está repleta de bares, restaurantes y discotecas. 

Hicimos un paseo en buggie subiendo y bajando por las altas y onduladas dunas que rodean el pueblo como en una montaña rusa, y probamos a surfear descendiendo en tabla por las dunas a gran velocidad. Fue una experiencia intrépida y divertidísima, que repetiríamos mil veces más. 

Contemplar la puesta de sol en el desierto es imprescindible, por su belleza y la sensación de paz que transmite.  



Una vez finalizada la excursión partimos en dirección a Nazca, a unas 2 horas, para pasar la noche y descansar después de este intenso día. 


NAZCA


Madrugamos para ir al aeródromo Maria Reiche y hacer uno de nuestros sueños realidad; sobrevolar las famosas Lineas de Nazca. No olvides llevar el pasaporte.

Tomamos una pequeña avioneta para 6 personas con ventana amplia individual, nos pusimos las cascos e hicimos un recorrido por el aire durante una hora aproximadamente. El piloto gira la avioneta para mostrar las lineas, asi que si te mareas, como es mi caso, te recomiendo tomar alguna pastilla media hora antes. 

Las Lineas de Nazca son una serie de geoglífos a base de lineas rectas con formas geométricas, realizados por la cultura Nazca, una civilización preincaica con muchos enigmas entre el 500 a.C. y el 500 d.C. Solo se aprecian desde lo alto, y aun hoy en día sigue siendo una incógnita sobre quiénes, cómo y por qué los hicieron. En 1994, fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.

Desde la avioneta pudimos contemplar las lineas más emblemáticas como el astronauta, el mono, el colibrí, la araña, la ballena, el perro y los trapecios, entre otras. 

Regresamos al pueblo de Nazca y almorzamos, en un restaurante local donde tuvimos la ocasión de probar la comida chaufa, con una fusión de sabores chinos y peruanos muy interesantes. El pueblo es muy pequeño y se recorre en poco tiempo. Destaca su coqueta Plaza de Armas, así como los diferentes puestos de artículos locales. 

Probamos a desplazarnos en moto taxi. Este transporte es muy típico en todo Perú porque es muy práctico y económico. Además cada una de estas motos tiene una decoración diferente super divertida. 


Por la noche, acudimos a la estación de autobuses rumbo a Arequipa. El viaje dura 10 horas, pero los asientos del autobús eran semicama y pudimos dormir de maravilla. 



AREQUIPA 


Llegamos por la mañana, muy temprano y acudimos a nuestro hotel, San Agustin de Arequipa, frente al Monasterio de Santa Catalina. El hotel se encuentra en un edificio antiguo restaurado del SVIII, y resultó ser precioso, muy bien acondicionado y céntrico. 

Arequipa es la segunda ciudad más habitada del pías. Se le llama la “ciudad blanca” porque muchos de sus monumentos están construido con sillar, una característica piedra volcánica de color blanquecino. La ciudad se extiende a la sombra de tres volcanes;  Misti, Chachani y Pichu Pichu los cuales se pueden contemplar desde el Mirador de Carmen Alto.

El volcán Misti con una altura de 5820 m. actualmente se encuentra en activo, y de vez en cuando se producen temblores. 


En el distrito de Yanahuara de cuestas empedradas y casas de estilo español hay una plaza de arcos con una preciosa iglesia construida en sillar  y un mirador que ofrece unas vistas increíbles del volcán y la cordillera andina. 

Es en este lugar donde probamos el delicioso queso helado, típico de la zona. Es como una especie de helado de leche merengado muy cremoso.

El centro histórico de Arequipa está considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En la imponente Plaza de Armas se encuentra la majestuosa catedral de Arequipa construida en el S XVII.


Muy cerca aparece el impresionante Convento de Santa Catalina, de estilo colonial, fundado por Doña María de Guzmán en 1579. El convento ocupa 20.000 metros cuadrados y, hasta 1970, estaba completamente aislado del mundo. La mayoría de sus habitantes eran monjas criollas de familias adineradas y sus criadas. Su interior está formado por calles al aire libre de diferentes colores, decoradas con flores, patios, fuentes y numerosas celdas. 


También se encuentra el lavadero original, y desde la azotea se pueden contemplar unas vistas increíbles de los volcanes. Hoy en día, las monjas de clausura siguen viviendo en un ala del convento.

Uno de los lugares más animados y bulliciosos de la ciudad es el Mercado de San Camilo, un verdadero espectáculo para los sentidos por los diferentes productos locales que ofrece. No dejes de tomarte un zumo natural o un caldo de pollo en los puestos del mercado, porque son deliciosos. 

Una visita que nos llamó mucho la atención fue la Momia Juanita que pudimos ver en el Museo Santuario de Altura del sur andino. Es una momia de una niña descubierta en 1995 por el arqueólogo Johan Reinhard. Se cree que la momia forma parte de una antigua ofrenda humana de una ceremonia de la antigua cultura Inca. 

La momia se encuentra en un congelador especial a una temperatura de 19 °C, para evitar la descomposición del cadáver, y protegida del medio ambiente por una cámara de vidrio cerrada al vacío. No se permite realizar fotografías, pero la visita vale la pena. 

Arequipa es una ciudad muy animada, tanto por el día como por la noche. No dejes de visitar una picantería y probar el rocoto relleno. 

A cada paso te encontrarás mujeres vestidas con su traje tradicional y pequeñas alpacas o llamas para hacerte fotografías a cambio de una propina. 


CHIVAY Y VALLE DE COLCA

A la mañana siguiente salimos en dirección a Chivay, a 6 horas de Arequipa, atravesando la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, donde contemplaremos la diversidad de la región y los imponentes volcanes de Misti, Pichu Pichu y Ubinas.

La reserva nacional abarca un área de 366.936 hectáreas, y alberga gran variedad de flora y fauna protegida entre las que destacan la presencia de camélidos, muy valorados por la calidad de su lana, como la vicuña, la alpaca, la llama y el guanaco, así como unas 158 especies de aves como flamencos, huallatas, ganso andino y cóndor andino, entre otros más.

En el camino vamos a contemplar un rebaño de llamas y alpacas. Estos animales, a excepción de las vicuñas, son domésticos, y una importante fuente en la economía rural peruana, por la calidad de su lana y de su carne.

Vamos ascendiendo y ya podemos apreciar el paisaje volcánico con capas geológicas propio de la zona. 

Realizamos una parada para tomar un té de coca o de muña, ya que el mal de altura se va haciendo patente por la falta de oxígeno. Estamos en la zona del altiplano, en una de las mesetas mas elevadas de la tierra, a 4000 m. sobre el nivel del mar. 


Por fin llegamos al punto más alto de la ruta de Arequipa a Chivay, el Mirador de los Volcanes de Patapampa, también conocido como el “Mirador de los Andes”a 4.910 m. sobre el nivel del mar. Aquí la falta de oxígeno se nota mucho, y el menor movimiento brusco hace que te marees.

Desde este lugar se obtienen unas espléndida vistas de los imponentes volcanes Ampato, Hualca Hualca y Sabancaya cuyas cimas están casi siempre cubiertas de nieve.


En la zona se encontraron vestigios arqueológicos de gran importancia para Perú, y a lo largo del camino hay infinidad de pequeñas edificaciones de piedras llamadas apachetas que se realizan como ofrendas a la madre tierra o pachamama. Dicen que si construyes una a tu paso se cumplirán tus deseos, asi que nosotros aprovechamos la oportunidad de construir nuestra propia apacheta.

En todo el recorrido encontramos numerosos puestos de artesanía local. Te recomiendo que compres tus regalos en estos puestos, y no en las grandes tiendas, ya que es una buena manera de beneficiar a las personas mas humildes. 

Descendemos y llegamos a al pueblo de Chivay capital de la provincia de Caylloma en el departamento de Arequipa. Está situado en la parte alta del Cañón del Colca, y es un lugar muy tranquilo, reconocido por sus apreciadas termas naturales.

Nos alojamos en el Refugio, un hotel de montaña con cabañas rústicas dentro de un entorno con aguas termales, donde pudimos relajarnos disfrutando de un paisaje idílico. 


Por la tarde cogimos una moto taxi y fuimos a Chivay para cenar y hacer algunas compras. En la Plaza de Armas del pueblo descubrimos una fantástica pizzería llamada “Orishas” que nos encantó. 

Al día siguiente salimos de excursión para explorar el Valle del Colca. En el camino hicimos un par de paradas en dos pueblos andinos muy pintorescos. Maca, situado en un acantilado en el borde del cañón, donde destaca la iglesia de Santa Ana de estilo colonial situada en las faldas del Volcán Sabancaya. 



El lugar es muy turístico y tiene infinidad de pequeñas tiendas de artesanía. Además hay muchas mujeres ataviadas con trajes típicos y alpacas disfrazadas para poder hacer fotografías. 


Muy cerca, llegamos al pueblo de Cabanaconda, puerta de entrada al valle. En la plaza mayor del pueblo se encuentra una imponente iglesia de estilo neoclásico, construida sobre un antiguo templo inca, y consagrada a la virgen de Chapi, muy venerada en Perú.

En la misma plaza pudimos contemplar el baile típico representativo del Valle del Colca, “la danza del amor”declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en el año 2015. La danza cuenta la historia de un joven enamorado de una mujer que pertenecía a otra comunidad, y al no poder estar con ella aprovecha las fiestas del pueblo para vestirse de mujer, y así acercarse a ella. Destaca la singular vestimenta a base de faltas largas con trabajados bordados y telas de lana coloridas. 

Ya en el pleno Valle del Colca podemos disfrutar de un entorno natural increíble donde la naturaleza vive en armonía con el hombre, y donde las tradiciones se mantienen intactas. 

Nos dirigimos al famoso Cañón del Colca considerado uno de los cañones mas profundos del mundo con una profundidad de 4.160 m.

Subimos hasta el Mirador de la Cruz del Cóndor para ver si tenemos suerte y podemos apreciar el vuelo de esta grandiosa ave andina. Desgraciadamente las nubes cubrían las montañas y no pudimos avistar ninguno; pero el lugar resultó ser fascinante.  

Regresamos de nuevo a Chivay, atravesando el impresionante Valle de Colca de nuevo y disfrutando de sus paisajes. 

Paramos a tomar un refrigerio típico de la zona llamado “Colca Sour” a base de jugo de cactus sancayo (de sabor agrio y muy utilizado por los incas como supresor del apetito y regulador intestinal). Se puede tomar sólo o con pisco (aguardiente peruano).

Es importante tener en cuenta, que en las zonas rurales de Perú hay escasez de agua. Cuando paras para ir al baño posiblemente no haya papel, o si la hay, tendrás que pagar unos soles.  Además, cuando terminas seguramente tengas que echar tu directamente el agua en la cisterna. 

Una vez en Chivay tomaremos un autobús turístico con destino a Puno. El trayecto dura unas 5 horas, y durante el trayecto hicimos una parada en el Mirador Alto Lagunillas. Lagunillas es una gran laguna del altiplano formada por cuatro islas, perteneciente al departamento de Puno con una superficie de 66 km. a una altura de 4.174 sobre el nivel del mar. 

Las vistas son impresionantes, aunque es una zona donde hay mucho viento, y suele hacer frío. 



PUNO Y LAGO TITICACA 


Llegamos a Puno y vamos directamente al hotel Xima Puno a descansar. Por la mañana, muy temprano, nos dirigimos en dirección al muelle para tomar un barco y comenzar nuestra experiencia de 2 días por el Lago Titicaca


Al subir al barco y conocer a nuestro guía pudimos disfrutar de un breve concierto de música tradicional peruana para ir calentando motores. 

El Lago Titicaca está situado a unos 3.800 metros sobre el nivel del mar, y es el lago navegable más alto del mundo, ocupando el 57% de su territorio en Perú y el resto en Bolivia. A lo largo de las excursión visitaremos las islas de Uros, Amantaní y Taquile.


Después de navegar unos 30 minutos realizamos la primera parada en las Islas Flotantes de los Uros, un grupo de más de 100 islas artificiales construidas por el hombre, y realizadas con caña de totora (una especie de junco acuático). Ellos trenzan la totora para crear las bases de las islas, las casas y los botes, en un trabajo constante de renovación y mantenimiento, ya que la planta se descompone con el tiempo y debe ser reemplazada.

Los Uros son una etnia nómada pre-incaica cuyas raíces se remontan a miles de años. Tiene unas ricas tradiciones artesanales, y la pesca y la caza de aves silvestres son las principales actividades económicas, aunque en los últimos años, el turismo se ha convertido en una fuente vital de ingresos para estas comunidades.

Al llegar nos dieron una charla explicativa sobre sus costumbres y forma de vida, nos mostraron artesanía con la intención de venderla (cosa que lograron) y nos ofrecieron un paseo en barca por 15 soles. para observar aves silvestres. En el paseo nos acompañaron algunos niños de la isla, que nos regalaron su amabilidad.

Aunque para muchas personas la visita a las islas de Uros es decepcionante, por resultar demasiado turística, a nosotros nos gustó mucho y disfrutamos de una experiencia inolvidable. Esta claro que los isleños se tienen que ganar la vida, como todos, y sentir que estamos contribuyendo a su subsistencia nos hace felices. 

A continuación vamos hacia la isla mas grande del Lago Titicaca, Amantani, donde pernoctaremos con una familia local que nos estaba esperando en el puerto. Esto nos ha permitido participar en actividades cotidianas, conocer la cultura, el idioma nativo conocido como Aymara, y las costumbres de la isla. 

Amantani es una de las islas mas altas del mundo, y aquí si que se nota el mal de altura. Es necesario caminar despacio porque te falta el aire, y además todo el pueblo es cuesta arriba desde el puerto. 

En la isla viven alrededor de 3.600 personas de etnia aymara, que están organizadas en cooperativas que viven principalmente de la agricultura, la ganadería y la realización de ricos bordados. Es la isla más desconocida de las tres, aunque poco a poco van acudiendo más turistas. 

Nuestra anfitriona fue Gladis, nos trató maravillosamente en su casa, muy humilde, pero acogedora. En la isla son vegetarianos, y su dieta se basa principalmente en quinoa, patata y maíz. Tengo que confesar que la comida no me gustó demasiado, pero la experiencia fue muy divertida y agradable. 

Por la noche nos invitaron a una fiesta local, pero decidimos no acudir porque estábamos agotados y hacía mucho frío, eso si, no desperdiciamos la oportunidad de ataviamos con los trajes tradicionales.

Los terrenos están organizados por terrazas en las que se cultivan, mayoritariamente, patata y quinoa. 

Posee dos grandes cerros uno dedicado a la Pachatata o “padre cielo” y otro a la Pachamama “madre tierra”. Nosotros subimos hasta el segundo en una caminata de una hora y media, y llegando con la lengua fuera, aunque yo hice trampas y la primera parte del camino subí a caballo.

Merece la pena subir, porque las vistas desde arriba del lago Titicaca son impresionantes. 

Al día siguiente, nos despedimos de nuestra anfitriona y bajamos de nuevo al barco para visitar isla Taquire.

En Taquile viven unos 2.200 personas de etnia quechua, que mantienen vivas sus tradiciones a través de generaciones. Se dedican principalmente a la artesanía textil, declarada desde 2005 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. 

Curiosamente en la isla son los hombres los que tejen, y las mujeres las que bordan. Además, el calzado que utilizan es a modo de sandalias con suelas de cuero. Cuando ya no son de utilidad, aprovechan las suelas para ensamblar las puertas. 


Desde el puerto a la plaza principal del pueblo hay un paseo de unos 40 minutos ascendiendo. El pueblo está formado por un conjunto de casas pintorescas. 

En la plaza se encuentra una cooperativa textil, con numerosas prendas de lana, que me parecieron demasiado caras. 

Los lugareños nos ofrecieron una exhibición de danzas populares muy divertidas, y después acudimos a almorzar a un restaurante tradicional, donde probamos la especialidad de la isla, la trucha. 

Después del almuerzo tomamos de nuevo el barco para navegar unas 3 horas de regreso a Puno.

Salimos a conocer la ciudad, ya que no habíamos tenido ocasión de hacerlo. Puno me ha parecido uno de los lugares mas auténticos de Perú.  El mercado gastronómico al aire libre es una verdadera fantasía de formas, colores, olores y gente pintoresca. 

La Catedral Basílica de San Carlos de Borromeo está ubicada en la Plaza de Armas, y es un claro exponente del arte barroco peruano del siglo SXVIII. Fue declarada como Patrimonio Histórico Cultural de la Nación en 1972.




RUTA DEL SOL

A la mañana siguiente salimos en autobús turístico hacia Cuzco atravesando la famosa Ruta del Sol, donde conoceremos diversos asentamientos incaicos y pre incaicos. El trayecto tienen una duración aproximada de 6 horas


Hicimos la primera parada en el sitio arqueológico de Pukara. El museo lítico fue creado en 1999 y expone bienes culturales recuperados durante la década de 1970 en la zona arqueológica. La colección está compuesta especialmente por estelas de granito y monolitos de figuras zoomorfas y antropomorfas de diversos formatos correspondientes a la cultura Pukara.


En el museo también se cuenta la historia del dios pre incaico de la abundancia  “Ekeko”, y de los famosos “Toritos de Pukará” llenos de misticismo y arte a base de arcilla decorada. Su nacimiento se remonta a la llegada de los españoles a América, cuando los toros comenzaron a formar parte de las fiestas tradicionales de la zona, y se decoraban con infinidad de colores. Hoy en día son un símbolo de protección del hogar, y se colocan en el tejado o en la entrada.

No pude resistir la tentación de comprar dos toritos para pintarlos y decorarlos, así como un Ekeko que ya están en nuestra casa. 



Continuamos el viaje atravesando las montañas de los Andes y encontrando una gran nevada hasta el Paso de la Raya, frontera entre Cuzco y Puno a unos 4.335 metros de altura. En este punto es donde nace río Amazonas.



Es conocido por sus pintorescas laderas inclinadas y paisajes donde se pueden tomar unas fotografías increíbles. 



En esta parada las temperaturas son algo bajas y se nota el frío. Hay numerosos puestos de artesanía, ideales para comprar alguna prenda de abrigo a buen precio.



La siguiente parada es el complejo arqueológico de Raqchi, a unos 3.450 metros de altura, en el pueblo de San Pedro, provincia de Canchis, a 119 kilómetros de la ciudad del Cuzco.



El parque arqueológico fue construido en diferentes periodos, y cuenta con unas 1.000 hectáreas. Descubrimos diversas construcciones como acueductos, tumbas subterráneas y recintos de la cultura pre-inca.

Destaca por su imponente templo incaico dedicado a Wiracocha, y sus impresionantes muros y columnas de gran tamaño.


La ultima parada fue en el pueblo de Andahuaylillas, para descubrir la impresionante Capilla de Andahuaylillas, también llamada “la Capilla sixtina de América” debido a la gran cantidad de obras de arte que decoran sus paredes. Fue construida en el siglo XVII por la orden religiosa de los jesuitas con la finalidad de evangelizar a los pueblos indígenas.


El interior alberga murales y retablos decorados con pan de oro y valiosas pinturas de la escuela cuzqueña. No se permite realizar fotografías, ni videos para preservar el patrimonio, aunque personalmente no pude evitarlo, porque el espacio es único.



Por fin llegamos a Cuzco, y nos dirigimos al hotel San Agustín, en pleno centro donde nos encontramos con una sorpresa en nuestra habitación por nuestro aniversario. 



CUZCO


Llegamos a tiempo de cenar y celebrar la Noche de Fin de Año en la Plaza de Armas de Cuzco, lo que resultó ser algo increíble. La plaza se llenó de gente que no paraba de lanzar petardos al ritmo de la música y los fuegos artificiales. Una verdadera experiencia mágica con la que recibimos el año de la mejor manera, sin olvidar de llevar algo amarillo, ya que es el color de la suerte en este país. 



A la mañana siguiente, el primer día del año, salimos a conocer el casco antiguo de la ciudad. Durante la época Inca, la ciudad de Cuzco fue capital del imperio. A su alrededor se crearon fortalezas, palacios y templos, por lo que se llegó a llamar “el ombligo del mundo”.


Durante la época virreinal bajo la soberanía de la corona española, se construyeron numerosas iglesias, plazas y casas de estilo colonial. Toda la ciudad está declarada Monumento Histórico Nacional y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. 


Destaca la imponente Plaza de Armas repleta de historia y cultura y ubicada en el corazón de la ciudad. Esta plaza en su día fue el centro del Imperio Inca, y en la  actualidad es el punto de encuentro de actividades, con numerosos restaurantes, cafés, tiendas de artesanías y agencias de turismo. La plaza está rodeada de impresionantes edificios coloniales y ruinas incas. Destacan la Catedral Basílica de la Virgen de Asunción de Cuzco construida en 1560, sobre el palacio real del Inca Wiracocha y la Iglesia de la Compañía de Jesús, ambas ejemplos del estilo barroco mezclado con elementos indígenas.



Atravesando el Arco de Santa Clara uno de los arcos de triunfo más hermoso del Perú, llegamos a la Plaza de San Pedro donde se encuentra la bonita iglesia de San Pedro y el emblemático Mercado Central de San Pedro cuyos orígenes datan del periodo Inca. Su construcción se inició en 1925 bajo la dirección del arquitecto francés Gustav Eiffel (si, si, el constructor de la Tour Eiffel). 

El mercado ofrece una gran diversidad de productos como artesanía, alimentos, prendas, etc. Es un verdadero placer disfrutar de un caldo de pollo o un jugo de frutas naturales en alguno de sus puestos.




Muy cerca se encuentra otro mercado menos conocido pero muy auténtico y tradicional donde compra la gente local, el Mercado de Cascaparo. Lo conocimos por casualidad, ya que estaba buscando unas anilinas naturales (tintes para prendas). Nos pareció encantador, y doy fe de que lo que no encuentres aquí, no lo encuentras en ningún sitio.


 

El Barrio de San Blas también es muy popular, ya que cuenta con lugares muy interesantes para recorrer. Su plaza y sus estrechas calles están llenas de tiendas de artesanía y galerías de arte.

Como eran fiestas navideñas encontramos un mercado de venta y restauración de Manuelitos. El niño Manuelito es el equivalente a nuestro niño Jesús. Tradicionalmente los visten con vivos colores y bordados, y sus cabellos son naturales. 


Por la tarde, en plena ciudad, hicimos una visita a el Templo Qoricancha también conocido como “Templo del Sol”. Es posiblemente el edificio más sagrado e importante del imperio inca del Tahuantinsuyo. Durante el tiempo de la conquista, el templo fue destruido y saqueado, y sobre su base se construyó la iglesia y convento de Santo Domingo



Actualmente, existe un museo con las impresionantes piezas incas que se hallaron durante las excavaciones.


Desde el exterior, por la parte de atrás se ven unas preciosas vistas de la ciudad y los cerros que la rodean.



Después, tomamos el autobús en dirección a la Fortaleza de Sacsayhuamán, a 2 kms de Cuzco. Es uno de los complejos arqueológicos más importantes del Imperio Inca, 

que abarca un área de 3.000 hectáreas. 



Se estima que su construcción llevó más de 90 años, por parte de 20.000 personas. Destaca por la precisión de la ingeniería utilizada en sus construcciones a base de enormes estructuras de piedra labrada y perfectamente ensambladas. 



El complejo está integrado en un entorno natural, situado en una colina cercada por montañas, con hermosos paisajes donde hay numerosa flora y fauna. Desde la parte superior de la fortaleza se contemplan unas increíbles vistas de las cumbres de las montañas Ausangate, Pachatusán y Cinca, consideradas por los Incas como sagradas, así como de la ciudad de Cuzco.



Muy cerca de la fortaleza en la cima del cerro Pukamuqu se encuentra el Cristo Blanco, el monumento más popular de los habitantes de Cuzco. Se trata de una estatua de Jesucristo que mide 8 m. de altura y alza sus brazos en señal de protección en lo alto de la ciudad. 


 

De regreso al centro de Cuzco visitamos una granja de llamas y las alpacas, donde pudimos darlas de comer. Después nos hicieron una demostración de tejidos de lana con la intención de venta. Las prendas aunque eran de muy buena calidad, tenían unos precios desorbitados. 



Llegados a la ciudad nos fuimos a cenar un pollo a la brasa para reponer fuerzas. 


VALLE SAGRADO


Al día siguiente realizamos el tour del Valle Sagrado de los Incas. A la entrada del Valle nos encontramos con una réplica de la estatua contemporánea “ El Abrazo Imposible” que representar el abrazo que todos los peruanos quisieron darse en tiempos de distanciamiento social por la pandemia del 2021.



Pisac se encuentra en el extremo oriental del Valle Sagrado de los Incas. Sus ruinas conforman uno de los mejores complejos arqueológicos incas en Perú, y están ubicadas en el camino por la ladera de la montaña, justo detrás del pueblo.



El Parque Arqueológico Nacional de Pisac está constituido por agrupamientos de restos arqueológicos entre los cuales destacan andenes, acueductos, caminos asociados a murallas y portadas, cauces hídricos canalizados, cementerios, puentes, etc. La extensión que abarca este grupo es de 4 Km cuadrados de superficie. 



Las vistas del Valle desde el complejo arqueológico son impresionantes. 

Antes de llegar al siguiente punto, paramos en una tienda de piedras para conocer sus propiedades. La mas conocida en la zona es la serpentina, un mineral de color verdoso que se puede ver en la zona del Valle y del Machu Picchu, y que se asocia a la conexión de la tierra con la Naturaleza. 



Llegamos a Ollantaytambo, uno de los pueblos más importantes del Valle Sagrado de los Incas en Cuzco que aún conserva su antiguo diseño urbanístico y sus costumbres. Es un lugar muy visitado porque es paso obligado antes de llegar a Machu Picchu.




El complejo arqueológico de Ollantaytambo fue un centro militar, religioso y agrícola, hogar de diversas etnias y grupos humanos. En el siglo XV fue fueron conquistado por los españoles y anexado al imperio inca por el emperador Pachacútec.



Este fabuloso escenario es increíble por el tamaño, la originalidad y el detalle de sus estructuras, considerado como uno de los complejos arquitectónicos más monumentales del antiguo Imperio Inca.



Como resultado de la invasión muchas edificaciones fueron destruidas. Sin embargo, hoy todavía se pueden apreciar imponentes construcciones como el Templo del Sol, el recinto de las 10 hornacinas, los baños de la ñusta, la fuente ceremonial, etc.


Mirando de frente desde el complejo se observa el cerro Pinkuylluna, con construcciones que se cree que fueron graneros o mazmorras. En el centro del cerro esta esculpido en la piedra el rostro de Viracocha, una divinidad de la mitología andina, que mide 149m. de alto. 



Por la tarde, tomamos en el pueblo el tren hacia Aguacalientes. El trayecto dura media hora, y los trenes tienen unas grandes ventanas para contemplar el paisaje. 


AGUAS CALIENTES Y MACHU PICCHU


En Aguascalientes nos alojamos en el hotel Tierra Viva. Al pueblo también se le conoce como Machupicchu Pueblo. Se encuentra en la región yunga de la selva, rodeado de montañas de granito cubiertas de vegetación a orillas del Río Urubamba, en la desembocadura de los ríos Aguas Calientes y Alcamayo.

Al día siguiente, muy temprano, a las 6 de la mañana, partimos hacia el autobús que nos llevará hasta el ansiado Santuario de Machu Picchu. Debes de comprar las entradas con mucha antelación, ya que tiene un flujo de visitantes limitado. Nosotros lo teníamos todo incluido en el paquete, pero si no tienes entrada previa te puedes llevar un gran disgusto, porque el mismo día en taquilla no suele haber entradas disponibles.


El trayecto en autobús dura unos 30 minutos serpenteando literalmente por la carretera de Hiram Bingham hasta acceder al gran complejo entre montañas y niebla. 



Machu Picchu fue elegido como una de las 7 maravillas del mundo moderno en 2007, por la imponente belleza de todo el conjunto arqueológico. Ubicada en el corazón de los Andes peruanos, la sagrada ciudadela inca construida alrededor de 1450 esconde aún enigmas y misterios que despiertan el interés tanto de visitantes como arqueólogos de todo el mundo.



Visitarlo despertando a primera hora es impresionante, porque la niebla invade todo el espacio, y puedes ver como va despejando. Se dice que es un punto energético clave de la tierra porque la colina en la que está situado tiene un alto nivel de cuarzo.



El complejo fue construido sobre la cima de la montaña por Pachacuteq como uno de los centros religiosos, políticos y culturales más importantes del imperio inca. Fue abandonado en los primeros años de la colonización española y redescubierta en el año 1911. 



La arquitectura de esta ciudad constituida por unos 200 recintos, se mimetiza de manera magistral con su entorno natural que cuenta con más de 30 mil hectáreas en las que existen áreas boscosas, montañas escarpadas, picos nevados, así como especies de árboles variadas. Además es el hogar de especies animales como llamas, zorro andino, puma, vizcacha, oso de anteojos, venado de cola blanca, reptiles y más de 420 especies de aves.




La ciudadela está dividida en dos grandes sectores bien marcados y divididos por un muro de aproximadamente 400 metros de largo: el sector agrícola, con una vasta red de andenes o terrazas artificiales, y el sector urbano, con bellas construcciones de piedra como templos, residencias reales, plazas y fuentes.




Destacan el Templo del Sol recinto sagrado que servía para la adoración y culto del dios Sol, el Templo del Cóndor, una formación rocosa con la forma del animal donde se rendía homenaje a este ave, símbolo de poder y fertilidad, la Sala de los Espejos de la Llaqta, que determinaba fenómenos celestes, los solsticios y los movimientos de la Luna, la Roca Sagrada uno de los símbolos más místicos ubicados en este lugar que estaba orientada al estudio de los astros y Intihuatana, la escultura monolítica más conocida de Machu Picchu utilizada como calendario astronómico para medir el tiempo.


Mi marido y mi hijo subieron a la montaña de Huayna Picchu a 2720 m. que sirvió como centro de vigilancia para la ciudadela. Yo desistí, ya que estaba lloviendo mucho y estaba esperando a que despejara la niebla para hacer fotografías de las ruinas. El camino de subida por la montaña es a base de escaleras casi verticales en zigzag con numerosos precipicios realmente vertiginosos. Tardaron en alcanzar la cima 1h y media, y 1 hora en bajar. La verdad es que ahora me da pena no haber subido, porque las vistas son impresionantes.

A la bajada, la lluvia había parado y la niebla por fin fue despejando para poder contemplar la majestuosidad de este espectacular lugar y realizarnos las mejores fotografías.



Tras unas 5 horas de visita tomamos de nuevo el autobús de regreso a  Aguascalientes. El pueblo es muy turístico y está plagado de restaurantes y tiendas de artesanía. Aprovechamos para explorarlo, pasear por el borde del río, almorzar y disfrutar de un relajante masaje a muy buen precio.

Por la tarde, cogimos el tren desde Aguascalientes a Cuzco, donde dormiremos ya que al día siguiente volábamos a Lima, y de allí de regreso a España.


Nos han quedado muchas cosas por conocer, especialmente en la región de Cuzco. Nos hubiera encantado explorar la Montaña de 7 colores, pero no fue posible por falta de tiempo. Como consuelo me quedaron las fotografías que nos envió nuestro compañero de viaje por unos días Carlos Flores y familia.


COMIDA PERUANA


La gastronomía peruana esta plagada de sabores y matices exquisitos, no en vano está reconocida como una de las mejores del mundo, por su variedad, la calidad de sus productos y la fusión entre tradición y modernidad. Una comida sabrosa, picante y muy bien sazonada, donde no puede faltar el ají.

En nuestro viaje, nos propusimos probar los platos mas tradicionales y sabrosos.

  • El rocoto relleno, una especie de ají dulzón muy picante relleno de carne, típico de la región de Arequipa.
  • El chupe de camarones, una sopa espesa y picante que lleva camarones de río, papa amarilla, queso fresco, leche, habas choclo, arroz, huevo y ají.
  • El famoso ceviche, a base de pescado marinado en sal, limón, cebolla morada y ají. Este plato está reconocido por la Unesco como expresión de la cocina tradicional peruana y patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. 
  • También son muy ricos las arroces con marisco, los pescados empanados.  
  • La comida chaufa que es una fusión de cocina peruana y china, también nos sorprendió. Los arroces y los caldos de pollo con fideos y ají son exquisitos. 
  • El pollo a la brasa, el lomo saltado y los chicharrones fritos (panceta de cerdo) 
  • Las papas a la huancaína son unas patatas con una salsa a base de queso fresco y ají amarillo.
  • El pastel de carne con papas no nos gustó demasiado, porque nos resultó algo seco comparado con el que cocinamos en España.
  • No te puedes perder los sanguches rellenos de carne, chicharrón o pollo a la brasa en panecillos.


Por otra parte, no pudimos dejar de probar la carne de llama que resultó tener un sabor demasiado fuerte, así como el cuí asado (conejillo de indias) que aunque es un manjar en Perú, tampoco nos gustó, posiblemente porque no dejábamos de pensar en los animalillos.



Respecto a las bebidas son muy ricas la chicha morada a base de maíz, el jugo de maracuyá, el pisco o aguardiente de uva que se puede mezclar con jugos de frutas, y como no, la cerveza cuzqueña y  el refresco de inca cola



En definitiva, este viaje ha sido agotador, pero muy especial, donde hemos descubierto lugares increíbles y una gente maravillosa. Sin lugar a dudas conocer Perú, vale la pena.




LOS CONSEJOS DE ALBERTO




Qué pasa chavales!














































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